Corazón Corazón.

Corazón corazón, tu siempre

estás ahí, mañana tarde noche

y en la madrugada más presente

todavía, que hacer si así es como

lo siento te siento, me haces

tanto bien, eres mi vitamina

para enfrentar el día que llega

me das fuerzas y ánimo, pero

sobre todo me haces feliz.

La distancia a veces desaparece

y se hace tan corta, que siento

que te acaricio, te lleno de besos

y te achucho tan fuerte, que

nuestros corazones laten a la vez

y eso es maravilloso.

Sere el mar, sere el coral,

sere la ola que te envuelve

sere quién disfruta de amaneceres

maravillosos en los que soy

inmensamente feliz, así es

como me siento y quiero que

te sientas tú.

Dos olas que chocan pero no

se dañan, se envuelven, se abrazan

se sienten, se aman, y con todo

ése sonido que provocan lleno

de felicidad, es como gritan

al viento y en sus aguas turquesas

todo el amor que sienten.

De mar y para el mar.

Katiuska Francia.

Los chicos Robleda.

Por esas calles empedradas

caminatas y alegrías

disfrutaron los chicos Robleda,

eran jóvenes y algunos de ellos

quizás encontraron en ella

un primer amor. De esas

caminatas han pasado ya

muchos años pero ellos continúan

su amistad, algo que por cierto

es muy bonito, de los amores

de la época ninguno fue adelante,

pero alguna de ellas continúa

pasando a veces por esas calles

y no puede evitar echar la vista

atras y recordar los buenos

momentos vividos en ellas.

Cuando los robleda se reúnen

surgen recuerdos y anécdotas

vividos en esa ciudad y estoy

segurísima que les hace muy

felices que ésto ocurra, seguro

que incluso se acuerdan

de algunas mojaduras que

seguramente les sorprendieron

en su momento paseando

por esas calles empedradas.

Con el paso de los años y quizás

no en esa ciudad pero si en otra

les puede ocurrir que para

sorpresa y coincidencia de estar

juntos de nuevo, los chicos robleda

se encuentren en una situación

que los lleve a aquellos momentos

atrás y sean un grupo de seis

empapados hasta las orejas

que necesiten calentarse bien

y cambiarse aúnque solo sea

de calcetines para sentirse a gusto,

y que el anfitrión no dudará

en brindarles ya que es una

de sus aficiones el coleccionarlos

y les presentará un buen surtido

para que elijan, así una vez

que se sientan más cómodos

los chicos robleda se sentarán

alrededor del brasero comenzando

a disfrutar de nuevo de los

chascarrillos que surjan, pero

lo más importante es que un día

más han disfrutado de estar juntos

y muchísimo más de continuar

aquella amistad que comenzó

en aquella ciudad llena de cuestas,

de buen comer, de algo de frío

y lluvia, y de alegría y diversión

siempre que se podía,  también

de algún que otro corazón roto

que quizás quedó por el camino.

De todo esto lo mejor y más

hermoso es que sobre todo

y en los tiempos que corren

ellos continúan con su amistad

y eso es de valorar y mucho

se puede considerar una

AMISTAD en letras mayúsculas

algo difícil de encontrar

pero es una gran amistad.

Katiuska Francia.

Me encantan.

Me encantan esos abrazos

que te hacen sentir viva,

te hacen temblar y pensar

que flotas en el aire,

te obligan a cerrar los ojos

para escuchar como laten

los corazones, con los que

te sientes desnuda y solamente

te abriga el cuerpo de quién

te los da, que te llenan de energía,

los que consiguen que te sientas

una mujer amada, esos abrazos

que te llenan de calor y felicidad

ya que son abrazos donde das

y te dan amor.

Katiuska Francia.

Eso y más te diría.

En esa misma playa donde de

pequeña algún que otro

fin de semana con buena marea

su tío la llevaba con su ganapán

para coger camarones, esa niña

ya jovencita cuando tú la conociste

en aquellos tiempos de gramola

y diversión en el plaza ya había

pasado lo suyo, pero su carácter

alegre y sus ganas de vivir

no hacían pensar en todo lo que

podía haber pasado en su vida.

Mi en aquel momento novio

al cual tengo que reconocer

que creo en su momento pude

dañar su corazoncito con mi

comportamiento, me hacía feliz

pero cuando las situaciones

te superan muchas veces no eres

capaz de frenarlas y decides

cortar por lo sano, pero eso

ya es agua pasada y mira

que cuarenta años después

el destino le vuelve a poner

en mi camino y renacen unos

sentimientos nuevos fuertes

y hermosos, que son muy difíciles

de cubrir pero de todas maneras

están ahí, y con la edad aprendes

a vivir con ellos de otra manera

pues ahora te llena de felicidad

un gesto bonito hacia ti, una

palabra que se escapa en una

conversación que te llena

el alma y también por qué no,

un sueño de una posible visita

que te llena de felicidad y te hace

volver a sentir sensaciones

maravillosas, el caso es que

a pesar de ser un sueño fue

muy hermoso el momento vivido,

no es el primero y espero que

no sea el último, a saber si así

cómo el destino le puso de nuevo

en mi camino, no vea esos sueños

hechos realidad, de ser así solo

diré que no dejaré de decir todo

lo feliz que me hace, que me

encanta sentirme entre sus

brazos, que disfruto susurrándole

palabras bonitas, que espero

mis besos le hagan sentir igual

que a mí los suyos, y que las

sensaciones que siento al notar

su piel junto a mi piel no sé

como describirlas de lo feliz

que me hacen, todo eso y mucho

más le diré, pero sobre todo

le diré que le quiero y que

de nuevo muchas gracias por

volver a estar en mi vida,

también le diré que quizás fuera

un sueño la visita inesperada,

pero fue un sueño maravilloso

y serán cosas del destino o no

quién sabe, pero lo que si sé

es que te quiero.

Katiuska Francia.

Sueño o realidad?

Eran muchos años sin verse

pero a él le dio igual, las ganas

de verla quizás podían mas

y tenía ocasión de acercarse

y hacerle una visita, no sabía

cómo estaría ella ahora, pero

aunque los años los habían

cambiado por fuera por dentro

sabía que seguirían siendo

dos personas lindas y con

un gran corazón y eso ya era

suficiente, al llegar se acercó

a su casa y sin pensarlo mucho

se decidió a subir, coincidió

que un vecino salía y aprovecho

para entrar, subió y al llegar

llamo decidido al timbre,

ella acababa de salir de la ducha

y enfundada en su albornoz

turquesa se dirigió a la puerta,

no esperaba visita por lo tanto

no abriría sin preguntar quien era,

por la mirilla no se veía a nadie

pero insistían timbrando y ya

entonces abrió la puerta

y su sorpresa no pudo ser

mas grande, en un principio

no supo como reaccionar, estaba

tan sorprendida que hasta

cerró los ojos por si se lo estaba

imaginando, pero al abrirlos

de nuevo y ver qué era él

se fundieron en un gran abrazo

y como no podía ser menos

le invitó a pasar, ella no sabía

que decir estaba toda cohibida,

pues aparte de no esperar

semejante sorpresa tampoco

estaba muy presentable

que digamos, recién salida

de la ducha y con el pelo

todo mojado no era el mejor

aspecto para recibir a alguien

y mucho menos a él, sobre todo

con las ganas que tenía de verlo,

pero ya no se podía hacer nada,

ademas pensó que las sorpresas

que te pillan desprevenida

son las mejores y sientan pero

qué muy muy bien.

Katiuska Francia.

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